Una de las épocas donde más regalos y juguetes se compran es en Navidad. Por eso también es el momento perfecto para reflexionar sobre la elección de los juguetes que compramos a nuestras hijas e hijos. Porque, aunque a simple vista puedan no parecerlo, los juguetes no son sólo objetos de entretenimiento, sino que tienen un papel crucial en su desarrollo cognitivo, emocional y social.
Según la psicóloga de desarrollo infantil, Carol Lynn Martin, los juguetes son las herramientas por las cuales los niños aprenden sobre sí mismos y su lugar en el mundo. El problema es que, a menudo, los juguetes reflejan roles y actividades que las niñas y niños pueden asociar con su propio género, limitándoles a patrones predefinidos y reduciendo sus oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Estamos muy habituados a encontrar en las tiendas juguetes "para niños" o "para niñas", una clasificación aparentemente inofensiva pero que puede tener un impacto significativo en el desarrollo de quienes los reciben y en su futuro. Los juegos y juguetes con los que jugamos de pequeñas/os están directamente relacionados con el lugar que ocuparemos el día de mañana en la sociedad, además de ser una de las llaves hacia nuestro bienestar.
Escogiendo juguetes sin estereotipos de género permitiremos que cada niño explore un mundo de posibilidades sin limitaciones y estaremos contribuyendo a construir un futuro donde todos los niños puedan alcanzar su máximo potencial, independientemente de su género.
Un juguete sexista es aquél que reproduce estereotipos de género al asociar distintas características a cada sexo. La mejor forma de detectarlos es preguntarnos si son aptos tanto para niños como para niñas, ya que, si no lo son, son sexistas.
También lo es el uso de colores estereotipados: azul para niños y rosa para niños. Si el juguete es exactamente el mismo y tiene las mismas funciones, pero está en dos colores o utiliza elementos que lo relacionan con distintos sexos, es sexista.
Existen otras formas de esconder los estereotipos. Los juguetes sexistas para niñas usan diminutivos como “mini”, “blandito” “sillita” que las retratan como seres frágiles mientras que los dirigidos a niños usan superlativos como “Super”, “Mega” o “Colosal”, retratándoles como gigantes y fuertes. Para las niñas se usan referencias a la moda, el glamur y la fantasía mientras que para los niños se destinan referencias bélicas y violentas. En cuanto a los roles, los juguetes sexistas reproducen puestos profesionales estereotipados: enfermera o profesora para ellas, policía o bombero para ellos. Juguetes que presentan a las niñas como amas de casa o a los niños como superhéroes contribuyen a perpetuar estereotipos dañinos.
Debemos tener en cuenta también que los juguetes no solo reproducen estereotipos relacionados con el género sino también con la apariencia, el físico, el color de la piel, la sexualización del propio cuerpo o con la configuración tradicional de los roles familiares.
La elección de los juguetes adecuados puede contribuir a estimular la mente de los más pequeños promoviendo el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales o el desarrollo de la creatividad y la imaginación. Al evitar juguetes que refuercen estereotipos de género restrictivos, estaremos contribuyendo además a promover un cambio cultural y a romper con las limitaciones impuestas por la sociedad en función del género.
Por eso, este año, al elegir los regalos navideños para los pequeños de la casa, considera el impacto que estos juguetes pueden tener en su desarrollo.
Analiza los colores, la forma, el nombre y lo que representa cada juguete antes de elegir. Observa si los juguetes asignan roles específicos a cada género. Opta por juguetes que promuevan la diversidad, que ofrezcan una variedad de opciones para que los niños exploren o que presenten personajes diversos en términos de género, raza y habilidades. Esto fomenta la inclusión y la empatía, promueve la autoaceptación y enseña a los niños a ser tolerantes con las diferencias.
Pregúntate además si el juguete fomenta un comportamiento adecuado para su edad, si les ayuda a reforzar sus habilidades, su confianza o a desarrollar la creatividad y la imaginación sin limitaciones de género.
Analiza también la publicidad que rodea al juguete. Si la campaña publicitaria se basa en estereotipos de género, es probable que el juguete también lo haga. Opta por marcas que rompan con los roles tradicionales y promuevan la igualdad.
Y, sobre todo, si tu hijo o hija muestra interés por juguetes que no necesariamente coinciden con el género socialmente asignado a su sexo, permítele explorar sin emitir juicios de valor.
Eligiendo juguetes de manera consciente, contribuiremos al crecimiento saludable y equitativo de nuestras hijas e hijos, brindándoles las oportunidades que necesitan para explorar todo su potencial.